

Nuevo concierto en el Campus de La Rábida con música de Astor Piazzola y del Modernismo francés
En este concierto, que constará de dos partes, se escuchará en la primera el clarinete y el piano con obras "Oblivion"de Astor Piazzola (1921-1992). Es uno de los más bellos tangos instrumentales compuestos por el gran maestro Astor Piazzolla. Aunque ha sido siempre un músico incomprendido por los ortodoxos del tango, es indiscutible que marcó una evolución en este género universal y sin duda es uno de los grandes músicos del siglo XX. En los años 80 durante su estancia en Estados Unidos, Piazzolla vendía su música para vivir y compuso este tema que, fue comprado para la banda sonora de la película “Enrique IV” del director italiano Marco Bellocchio. Una obra maravillosa con un sonido de bandoneón impresionante.
La otra obra interpretada será, "Adiós Nonino". Impactado por la repentina y prematura muerte de su padre Vicente, acaecida en Nueva York el 13 de octubre de 1959, el genial Astor Piazzolla compuso en su memoria. Esta pieza está considerada por los entendidos como la cumbre de su creatividad musical. Astor se enteró del fallecimiento en Puerto Rico, a donde había llegado procedente de NY para ocupar el escenario del Club Flamboyan. Es tan impactante como curiosa la forma en que fue gestado de acuerdo con lo que refiere su autor en una conversación con su hija Diana. Contó que al regresar de su actuación en Puerto Rico, todos los recuerdos le volvieron a la cabeza mientras paseaba por lugares emblemáticos de la ciudad. Llegó a su departamento y se quedó abatido durante un largo rato en un sillón. Allí fue que compuso esta obra que tardó 45 minutos en hacerla.
La segunda parte de este concierto, estará dedicado a Música del Posromanticismo y Modernismo francés, se interpretarán Sonata para oboe y piano op.185 Comp 1962 por Francis Poulenc (1899-1963) y a la memoria de Sergei Prokofiev, Sonata para violonchelo y piano op.40 Comp189 de Léon Böellmann (1862-1897) y Poeme pastoral op. 87 comp.1894. René Boisdeffre (1838-1906) Para oboe, violonchelo y piano.
De acuerdo con algunos oboístas, el último movimiento de Poulenc, “Deplorarían” fue la última pieza que escribió antes de morir. Parece que fue como una especie de obituario. La sonata es la última de las tres sonatas que Poulenc compuso para instrumentos de viento, siendo las otras la Sonata para flauta (1956) y la Sonata para clarinete (1962). La pieza está dedicada a la memoria de Sergéi Prokófiev. Consta de tres movimientos ordenados lento-rápido-lento opuestamente al esquema rápido-lento rápido de la sonata tradicional. Compositor y organista francés. Al final de su vida fue titular del órgano de San Vicente de Paúl (1896-1897). A pesar de que vivió tan sólo 35 años llevó a cabo una amplia producción.
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