

Andrés Nadal desmonta mitos sobre la creación literaria: “escribir no es esperar a la musa, es saber construirla”
El director del curso de verano sobre escritura de novela de la UNIA reivindica la técnica y advierte de que “el talento sin método conduce a la frustración”
El escritor Andrés Nadal, director del curso de verano `Escritura práctica de novela´, que se imparte esta semana en la sede de La Rábida de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), ha afirmado en una entrevista que “parece contraintuitivo, pero el talento no es lo esencial para escribir”. En su opinión, “lo esencial es el conocimiento técnico, como en la música, como en la pintura; sin técnica no hay arte. Y escribir es un arte que se aprende”.
Nadal parece disfrutar desmontando mitos. No cree en la inspiración como “chispa divina, ni en la idea romántica del escritor tocado por el genio”, sino en la planificación, en el “conflicto” narrativo, en la claridad de propósito y en la definición de públicos objetivos. Y también, en la reescritura como parte natural del proceso creativo.
Para este profesor la creación de una novela comienza con “una idea mínima, casi una semilla”, que se convierte en título que ya orienta el tono, el conflicto o la dirección del texto, y se transforma en un primer borrador lineal. “Esa primera versión es para que el autor entienda su historia. Después, vendrá la segunda versión, donde ya puede jugar con los tiempos narrativos para generar impacto. Pero antes hay que tener claro qué se quiere contar”, ha explicado.
Entre los errores más comunes que observa en los escritores noveles están dos que considera fatales: no planificar y no incluir conflicto. “Aunque el estilo sea brillante y los personajes estén muy bien perfilados, una novela sin conflicto ni estructura no se sostiene. Y eso es irremediable. Sin planificación, lo que se escribe puede ser elegante, pero no será eficaz”, ha añadido.
En este sentido, ha alertado sobre un fenómeno más frecuente de lo que parece: escritores con buenas historias, que acaban frustrados por no haber invertido tiempo en desarrollar la técnica. “El gran riesgo es que esas personas se queden por el camino --señala--. La frustración aparece cuando te das cuenta de que tienes algo que contar, pero no sabes cómo hacerlo. Y entonces la historia se diluye”.
Por eso, su primer “mandamiento” para quien quiera escribir no es sentarse a hacerlo, sino leer. “Sin lectura, no hay escritura posible. Después, el escritor debe preguntarse qué quiere contar y a quién se lo va a contar. No hay novelas universales. Toda historia necesita un público definido”, ha agregado.
Ante la pregunta sobre las conocidas “musas”, Andrés Nadal muestra su ironía: “la musa existe, claro, pero pesa menos de lo que creemos. La inspiración es solo un 10%. El 90% restante es trabajo, constancia y técnica. Es transpiración, no iluminación”.
Ni horarios fijos ni rituales mágicos; las condiciones ideales para escribir no existen, según dice. “Cada escritor tiene sus métodos y sus manías --afirma--. Lo importante no es encontrar el momento perfecto, sino perder el miedo y empezar. Lo demás se aprende”.
Al salir de su clase se oyen términos como estructura, tono, punto de vista, clímax narrativo. Nadal no solo enseña a escribir: enseña a construir. Porque en su “taller de palabras”, escribir no es sentarse a esperar a que llegue la musa. Es aprender a invocarla “con método”.

Andrés Nadal desmonta mitos sobre la creación literaria: “escribir no es esperar a la musa, es saber construirla”
