

El II Encuentro Iberoamericano La Rábida incorpora experiencias de mujeres líderes en la Universidad
El liderazgo femenino llega de la mano de rectoras de universidades de Perú, Portugal, Chile y España
El II Encuentro Iberoamericano La Rábida ha incorporado la experiencia de mujeres líderes en la Universidad en la mesa redonda sobre “El liderazgo femenino en las Instituciones de Educación Superior (IES)”, celebrada en la sede onubense de la UNIA. En la misma han participado las rectoras Patricia Stuart, María de Lurdes Rodriges, Amaya Mendikoetxea y María Antonia Peña, de las universidades de Lima (Perú), Instituto Universitario de Lisboa (Portugal), Autónoma de Madrid y Huelva (UHU), respectivamente; así como la directora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Chile, Alicia Salomone.
La rectora de la UHU, moderadora del debate, comenzó su intervención afirmando que "hablar de liderazgo femenino en IES es hablar de un largo proceso, de logros, pero también de resistencias" y se refirió a que, aunque en España el 54,7 % del alumnado universitario son mujeres, sólo un 22 % ha logrado alcanzar el rango de catedrática y el porcentaje de rectoras sigue siendo bajo, frente a una abrumadora mayoría masculina en los rectorados.
Según comentó, en Latinoamérica, el panorama es similar en Chile, con 4 de 30 universidades estatales dirigidas por mujeres. En Argentina, el número de rectoras creció de 6 a 16 entre 2020 y 2025, un avance importante pero aún lejos de una paridad real. En Perú, la presencia femenina en los cargos más altos sigue siendo esporádica. “Las mujeres están, pero siguen siendo menos en los lugares donde se decide, no por falta de méritos, sino por estructuras que aún no terminan de abrirse”, ha declarado.
La doctora Salomone puso el foco en los patrones que se repiten a ambos lados del Atlántico. “Las cifras cambian, pero las lógicas son las mismas: los procesos de elección siguen favoreciendo a los hombres. No se trata solo de cuántas mujeres llegan, sino de por qué siguen siendo pocas”, ha afirmado.
Asimismo, se ha referido a las barreras estructurales, los sesgos en los comités de selección y el peligro de una visibilidad vacía, “que muestra a mujeres en la foto, pero sin poder real”. “Lo simbólico importa, pero también importa que se traduzca en decisiones, en políticas, en transformaciones concretas dentro de las instituciones”, ha agregado.
Por su parte, la rectora lisboeta, que ha sido ministra de Educación en Portugal, se centró en la importancia de visibilizar las historias personales. "No quiero que nuestras historias se vean como un paso lento. Queremos que el cambio sea rápido, que llegue sin demora, sin miedo", ha manifestado, incidiendo en que el cambio no es sólo una cuestión de números, sino de cultura y de mentalidad.
La rectora peruana señaló que "cuando las mujeres ocupan un puesto de liderazgo, muchas veces se les teme, se les acusa de no ser verdaderas representantes de la igualdad; nos temen cuando nos visibilizamos, pero el cambio solo puede venir de quienes nos atrevemos a dar ese paso". Además, hizo referencia a empoderar desde el propio hogar a la mujer, para que sea una herramienta efectiva para luchar contra escollos patriarcales sociales.
En opinión de la rectora Mendikoetxea, "el liderazgo trae consigo sacrificios personales, pero también una satisfacción inmensa: ver que las puertas se abren para las próximas generaciones". "Siempre me ha movido una vocación de servicio público", aseveró, sumándose a esta afirmación las demás participantes, quienes coincidieron también en asegurar que no buscan el poder por el poder, sino por el deseo de transformar, de mejorar, de dejar una huella profunda en las instituciones que lideran.
A pesar de la disparidad que aún persiste, el tono de la conversación no ha sido de derrota, sino una llamada a la acción, una invitación a seguir luchando por más mujeres en los puestos de toma de decisiones, porque, como dijo la representante chilena, "el liderazgo femenino no es sólo un derecho, es una necesidad".

El II Encuentro Iberoamericano La Rábida incorpora experiencias de mujeres líderes en la Universidad
