

La UNIA estudia en un encuentro de verano la divulgación científica como antídoto para la desinformación
Se incluye en la programación de los Cursos de Verano de la Sede Tecnológica de Málaga
En el actual contexto de saturación informativa que hoy se convierte en el día a día, la necesidad de una comunicación científica clara, rigurosa y accesible se torna urgente. Conscientes de este reto, se ha sumado a la programación de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) en la Sede Tecnológica de Málaga, el encuentro I Curso de divulgación científica, dirigido por Victoria de Andrés, profesora Titular del Departamento de Biología Animal de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga (UMA) y responsable del proyecto de divulgación El Libro Poliédrico y La ciencia en perspectiva de la UNIA.
Este encuentro, destinado a investigadores, docentes, profesionales, y a todo aquel que busque transmitir el conocimiento con precisión y atractivo, combina formación teórica con experiencias prácticas en escenarios reales —como la desembocadura del Guadalhorce o rutas urbanas—, y aborda desde la estructura de un artículo divulgativo hasta el uso estratégico de imágenes, infografías y metáforas. El objetivo: dotar a los participantes de herramientas concretas para crear contenidos científicos que no sólo informen, sino que capten la atención de un público amplio y no especializado.
Ha contado con la participación de la periodista Elena Sanz, directora de The Conversation España, que ha ofrecido una ponencia centrada en cómo escribir ciencia que se lea. «La clave está en transformar el conocimiento en historias que despierten curiosidad», señala. Para ello, propone seis recursos fundamentales: la utilidad del contenido, el uso de metáforas, el storytelling, la conexión personal, la curiosidad y la emoción. «Vivimos en un tiempo en el que la atención es un bien escaso. Si queremos que la sociedad escuche a la ciencia, debemos aprender a hablarle en su idioma, sin perder la profundidad ni el rigor», subrayó.
La formación, según los organizadores, no sólo responde a una necesidad comunicativa, sino también a una tendencia profesional al alza. La divulgación científica comienza a ser reconocida como un mérito académico y curricular, abriendo nuevas oportunidades laborales en medios, instituciones y proyectos de transferencia de conocimiento. Frente a los discursos desinformados o manipulados que proliferan en entornos digitales, formar divulgadores preparados es una inversión estratégica para reforzar la cultura científica en la sociedad española.
Este espacio formativo no constituye una simple introducción a la escritura de artículos: es un espacio de reflexión crítica y práctica profesional donde se trabaja sobre la responsabilidad ética del divulgador, la credibilidad de las fuentes y el impacto social de la información científica. En tiempos donde los bulos se difunden más rápido que los datos, la Internacional de Andalucía apuesta por una divulgación comprometida con la verdad, capaz de acercar la ciencia al ciudadano con claridad, creatividad y criterio.

Teatro, circo, danza y música protagonizan la programación cultural de verano de la sede Antonio Machado de Baeza
