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Proteínas recombinantes: qué son y cómo se diseñan

12 Agosto 2025

Producir proteínas recombinantes de forma eficiente y funcional sigue siendo uno de los principales retos técnicos en investigación aplicada. Aunque las técnicas de expresión están ampliamente desarrolladas, buena parte de las proteínas obtenidas no alcanzan la conformación ni la estabilidad necesarias para su uso real en diagnóstico, terapia o experimentación.

El motivo no está en la falta de capacidad productiva, sino en la complejidad estructural de estas moléculas y en la necesidad de prever su comportamiento antes incluso de sintetizarlas.

Este artículo aborda ese recorrido completo: qué son las proteínas recombinantes, cómo se crean, para qué se utilizan y por qué la optimización —especialmente mediante simulación molecular— se ha convertido en un punto crítico para avanzar en el diseño racional de soluciones terapéuticas y experimentales.

Qué son las proteínas recombinantes

Las proteínas recombinantes son polipéptidos producidos artificialmente mediante la expresión de un gen insertado en un organismo huésped. Este organismo —como Escherichia coli, Pichia pastoris o una célula de mamífero— se selecciona según la complejidad de la proteína y las modificaciones que necesite para ser funcional.

El proceso comienza con la inserción del gen de interés en un vector de expresión. Ese vector se introduce en el huésped, que lo transcribe y traduce como si fuese propio. El resultado: una proteína específica producida en condiciones controladas y reproducibles.

Una de las principales ventajas es el control total sobre la producción. Dependiendo del sistema utilizado, pueden incorporarse modificaciones como:

  • Glicosilación, esencial para proteínas terapéuticas.

  • Formación correcta de enlaces disulfuro, clave para su estabilidad.

  • Etiquetas funcionales, que facilitan su detección o purificación.

Esto permite no solo replicar proteínas naturales, sino también optimizarlas para usos concretos mediante estrategias de diseño racional.

La elección del sistema de expresión afecta directamente a propiedades críticas como:

  • El plegamiento tridimensional.

  • La solubilidad.

  • La estabilidad estructural.

Por eso, seleccionar el sistema adecuado es determinante en proyectos donde la funcionalidad de la proteína es prioritaria, como en el desarrollo de bioterapéuticos o en la producción de enzimas industriales.

¿Para qué sirven?

Las proteínas recombinantes se utilizan como herramientas funcionales en contextos biomédicos, biotecnológicos y experimentales. Su producción controlada permite diseñar variantes adaptadas a objetivos concretos, ya sea en terapias, diagnóstico, simulación molecular o desarrollo industrial.

  • Síntesis de proteínas humanas complejas
    Permiten obtener proteínas funcionales que, por su origen o complejidad estructural, no pueden aislarse directamente de tejidos humanos.

  • Producción en sistemas controlados
    La expresión heteróloga garantiza consistencia entre lotes, reducción de contaminantes y escalabilidad en condiciones definidas.

  • Diseño estructural dirigido
    Facilitan la generación de variantes modificadas en dominios específicos para ajustar propiedades como estabilidad térmica, solubilidad o afinidad molecular.

  • Generación de variantes mutadas para estudios funcionales
    Se pueden expresar versiones puntualmente mutadas de una proteína para analizar su sensibilidad estructural, dinámica o interacción con otras biomoléculas.

  • Validación experimental de simulaciones moleculares
    Son esenciales para contrastar predicciones obtenidas por simulación (como interacción proteína-ligando o estabilidad conformacional) con datos reales in vitro.

  • Base para reactivos clínicos y formulaciones terapéuticas
    Actúan como componentes estructurales en productos diagnósticos y terapias avanzadas, especialmente en medicina personalizada.

  • Producción económica y a gran escala
    Su síntesis puede adaptarse a biorreactores, permitiendo la fabricación de proteínas con calidad constante y coste por unidad optimizado.

 

Cómo se crean y optimizan las proteínas recombinantes

Etapas del proceso de producción

El proceso de creación de una proteína recombinante combina ingeniería genética con biología celular. Estas son las etapas clave:

  • Selección del gen de interés
    Se identifica la secuencia genética que codifica la proteína deseada, ya sea humana, viral o sintética. Esta secuencia puede modificarse para mejorar su expresión o funcionalidad.

  • Inserción en un vector de expresión
    El gen se introduce en un vector —como un plásmido— que contiene elementos reguladores (promotor, terminador, marcadores de selección) necesarios para su expresión eficiente.

  • Transferencia al organismo huésped
    El vector se introduce en un sistema biológico capaz de sintetizar la proteína. Los más utilizados son:

    • E. coli: rápido y económico, pero limitado en plegamiento y modificaciones.

    • Pichia pastoris: intermedio, buena secreción y cierta capacidad postraduccional.

    • Células de mamífero: más costosas, pero necesarias para proteínas complejas o terapéuticas.

  • Cultivo y expresión de la proteína
    El huésped se cultiva en condiciones controladas. Se induce la expresión del gen y comienza la síntesis de la proteína recombinante.

  • Purificación del producto
    Se extrae y purifica la proteína a partir del medio intracelular o extracelular, usando técnicas como cromatografía de afinidad o filtración.

Este proceso permite obtener proteínas específicas a gran escala. Sin embargo, no siempre produce versiones funcionales o estables. Aquí comienza el verdadero reto: optimizar.

La optimización como etapa crítica

Una proteína recombinante expresada con éxito puede no ser necesariamente funcional. Plegamiento incorrecto, agregación, inestabilidad estructural o baja solubilidad son problemas frecuentes que limitan su aplicación real. Por eso, la optimización no es una fase opcional: es el paso que permite anticipar y resolver estos obstáculos antes de producir a gran escala.

La simulación molecular se ha convertido en la herramienta clave para esta tarea. Permite modelar el comportamiento estructural de una proteína en condiciones virtuales, utilizando técnicas como:

  • Dinámica molecular para observar la evolución estructural en el tiempo.

  • Modelado por homología para predecir la estructura a partir de proteínas similares.

  • Análisis de energía conformacional para evaluar la estabilidad de una estructura.

Con estas técnicas es posible predecir:

  • La estabilidad de la proteína en diferentes entornos.

  • Las regiones susceptibles de agregación o mal plegamiento.

  • El efecto de mutaciones o fusiones sobre su arquitectura.

  • La interacción con otras moléculas (ligandos, receptores, anticuerpos).

A continuación, se resumen los principales problemas técnicos que pueden aparecer en la producción de proteínas recombinantes y cómo la simulación molecular permite abordarlos:

Retos y soluciones en la optimización de proteínas recombinantes

Problema técnico

Consecuencia en la proteína

Impacto en la aplicación

Solución con simulación molecular

Plegamiento incorrecto Estructura tridimensional no funcional. Pérdida total o parcial de actividad biológica. Modelado estructural previo para predecir y corregir el plegamiento antes de la síntesis.
Baja solubilidad Formación de agregados insolubles. Reducción de rendimiento y dificultad en purificación. Identificación de regiones hidrofóbicas y rediseño de secuencia para mejorar solubilidad.
Inestabilidad estructural Desnaturalización en condiciones fisiológicas o industriales. Menor vida útil y eficacia del producto. Análisis de energía conformacional y mutaciones estabilizadoras (p. ej. enlaces disulfuro).
Agregación no deseada Pérdida de funcionalidad y riesgo de inmunogenicidad. Fallos en terapias y diagnósticos por reactividad no específica. Predicción de zonas de agregación y modificación selectiva para evitar interacciones indeseadas.
Interacciones no específicas Unión a moléculas no objetivo. Aumento de efectos secundarios o falsos positivos. Simulación de interacciones proteína-ligando para optimizar afinidad y selectividad.
Baja expresión en el sistema huésped Producción insuficiente para escalado. Incremento de costes y retrasos en desarrollo. Optimización de codones y elección de sistema de expresión más adecuado según la predicción in silico.

Gracias a estas herramientas, es posible rediseñar la secuencia antes del experimento, seleccionar el sistema de expresión más adecuado y reducir la fase de ensayo-error. En campos como la farmacología, el diseño de vacunas o la ingeniería enzimática, esta etapa resulta determinante para el éxito del desarrollo.

Aplicaciones en diseño de fármacos y vacunas

Las proteínas recombinantes optimizadas son la base de múltiples avances terapéuticos. Gracias a la simulación molecular, es posible ajustar su estructura antes de la producción, lo que mejora su estabilidad, funcionalidad y especificidad en aplicaciones clínicas.

Vacunas basadas en proteínas recombinantes

Las vacunas de subunidades utilizan fragmentos proteicos que imitan partes del patógeno sin contener material infeccioso. Esto reduce riesgos y mejora la seguridad inmunológica.

Mediante simulación molecular, se pueden predecir:

  • Epítopos con alta exposición y potencial inmunogénico.

  • Estructuras estables en condiciones fisiológicas.

  • Mutaciones que aumentan la eficacia sin comprometer la seguridad.

Estas simulaciones permiten seleccionar antígenos con mayor capacidad de generar respuesta inmune, reduciendo los ensayos experimentales necesarios. Este enfoque ha sido clave en vacunas frente a hepatitis B, VPH o malaria.

Fármacos basados en proteínas recombinantes

Muchos tratamientos actuales se basan en proteínas recombinantes diseñadas para sustituir, modular o bloquear funciones específicas en el organismo.

Algunos ejemplos:

  • Anticuerpos monoclonales con afinidad optimizada.

  • Hormonas humanas como insulina o eritropoyetina.

  • Enzimas con actividad prolongada y resistencia metabólica.

La simulación permite estudiar interacciones proteína-ligando, estabilidad térmica o dinámica estructural bajo condiciones fisiológicas. Estos datos se usan para mejorar la eficacia terapéutica y anticipar posibles fallos funcionales.

Diseño de tratamientos dirigidos

En terapias dirigidas, las proteínas recombinantes actúan sobre una diana molecular concreta: un receptor, una enzima o una ruta celular alterada. Cuanto mayor es la especificidad, menor es el daño colateral.

La simulación molecular permite:

  • Modelar la interacción con la diana.

  • Ajustar regiones de unión para mejorar la selectividad.

  • Minimizar interferencias no deseadas.

Este enfoque se utiliza tanto en oncología como en enfermedades autoinmunes o raras, donde es fundamental adaptar la proteína a un entorno biológico particular.

El siguiente paso en tu perfil profesional

Entender cómo se diseñan, optimizan y aplican proteínas recombinantes ya no es exclusivo de un laboratorio biotecnológico. Es un conocimiento clave para cualquier profesional que trabaje con simulación, desarrollo experimental o soluciones aplicadas en salud, farmacia o investigación básica.

Formarse en simulación molecular no es añadir una línea más al currículum. Es incorporar una herramienta que permite anticipar problemas, mejorar resultados y participar en proyectos más complejos y estratégicos.

En 2025, este enfoque es más relevante que nunca:

  • La biofarmacia necesita acortar los ciclos de desarrollo de nuevos fármacos y proteínas terapéuticas.

  • Las vacunas adaptativas exigen diseñar antígenos funcionales con precisión estructural.

  • Y la combinación de simulación clásica con IA estructural está abriendo nuevos modelos predictivos que requieren una sólida base molecular.

El Máster en Simulación Molecular de la Universidad Internacional de Andalucía responde exactamente a esta realidad. Está diseñado para profesionales que ya cuentan con base científica y quieren avanzar hacia la aplicación computacional avanzada en el diseño y análisis de sistemas moleculares. Durante el programa, se trabajan técnicas como la dinámica molecular, la predicción estructural o el modelado de interacciones biomoleculares, utilizando herramientas como GROMACS o LAMMPS.

Si tu objetivo es crecer como perfil técnico y participar en desarrollos de alto nivel, este tipo de formación no es una opción: es el paso que te sitúa donde está ocurriendo la innovación. En un entorno donde la velocidad científica exige precisión y criterio, lo que marca la diferencia es saber aplicar lo que otros solo interpretan.