La epilepsia refractaria afecta a cerca del 30 % de los pacientes con epilepsia activa. Se define por la persistencia de crisis tras el uso adecuado y tolerado de al menos dos fármacos antiepilépticos. En estos casos, la cirugía resectiva solo es viable cuando existe un foco bien delimitado y accesible, lo que no ocurre con frecuencia por bilateralidad, multifocalidad o afectación de áreas elocuentes.
Las terapias de neuromodulación se han consolidado como opción terapéutica cuando la resección no es posible. Su eficacia, demostrada en ensayos y metaanálisis, se basa en la modulación eléctrica de redes epileptógenas para reducir la frecuencia y la gravedad de las crisis y mejorar la calidad de vida.
Este artículo resume las principales modalidades de neuromodulación —estimulación del nervio vago (VNS), estimulación cerebral profunda del núcleo anterior del tálamo (DBS-ANT) y neuroestimulación responsiva (RNS)—, y propone un marco clínico en cinco pasos para orientar su indicación, seguimiento y expectativas en la práctica real.